El mar se abre ante la quilla del barco como una mujer se expande bajo su amante y se hace espuma revoltosa que amaga con trepar por las paredes del casco rojo óxido. Palabras secuestradas por el viento caen a mí alrededor y me alejan de la contemplación del océano herido. Fragmentos de frases vienen y van y no sé de quién provienen. El aire salado azota cuando los rayos del sol descienden fláccidos, limonados y me obligan a buscar abrigo. A medida que avanzo por cubierta la voz es más nítida, incluso grita, paso a su lado y no me ve. Es una mujer entrada en años, alejada de los cincuenta y merodeando por la década siguiente. Su rostro no se contrae, la piel permanece tensada y recubierta de una pátina grasienta de la que parece refulgir bajo una amplia pamela. Sus manos son huesudas rematadas por unas uñas largas de esmalte blanco y en su dermis el tiempo ha cumplido su venganza pintándolas de pecas; con una aprieta el teléfono contra el rostro y con la otra sostiene un cigarrillo que se deshace en cenizas. Está sentada en una hamaca y si no estuviera a cubierto de unas grandes gafas de sol italianas aseguraría que su mirada se pierde en la cada vez más desdibujada costa. Me resulta familiar, como si la conociera de algo o la hubiera visto antes, es el timbre de su voz aguardentosa el que me permite identificarla; sí, es Nora Valentín, aquella estrella de cine y de teatro tan popular en los años ochenta.
Era una niña en esa época pero creo que trabajó para Fellini o Antonioni. ¡Ah cuándo se lo cuente a Alberto! la detestamos, nos parece muy sobreactuada y siempre que proyectan alguno de sus filmes en televisión cambiamos de canal. No así su madre que la última Navidad nos pidió de regalo una colección completa de sus películas. Te he estado esperando todo el día… sí… lo entiendo pero necesito verte. A popa el sur de Tenerife se recorta volcánico con destellos naranja y amarrillos en la frescura del atardecer. Es el mejor flanco para contemplar el crepúsculo vaciándose sobre El Teide en la lejanía. Si, amor, sé que no puede ser en cubierta pero… La vieja actriz discute con su amante y me impide disfrutar en silencio de este momento único. Sabes que me he embarcado en este crucero por las Islas porque quiero estar cerca de ti. Los pasajeros deambulan y algunos reparan en su tono alto y exigente, otros, los entrados en años, parecen reconocerla, se detienen a su lado o continúan sin dejar de mirar en su dirección. Pero Nora aúlla como perro abandonado o cambia a un registro untuoso, melifluo de actriz de vodevil. Mejor me retiro de esta burda interpretación de mujer ansiosa por estar con un amor que la rehúye o la teme. Dime dónde y estaré ahí. Tira su dignidad por la borda y suplica ir con él. ¿Por qué no vienes a mi camarote? Es una buena idea. ¿Me prometes que cenaremos juntos? Creo que ya va siendo hora que baje, en cualquier momento puede verme aquí y pensar que estoy husmeando en su conversación. Yo también querido. El barco hunde la proa y vuelve a erguirse como si surgiera del fondo del mar. Nora Valentín permanece en silencio y se recuesta en la hamaca. Gran Canaria bisela el horizonte salpicada de nidos de luces, en unas horas atracaremos en el Puerto de Las Palmas. Tengo frío, justo ahora que ya me iba aparece Alberto. Aún no me ha visto, siempre tan despistado. ¡Alberto, amor! … No es mi voz quien lo reclama, ni mis brazos los que lo rodean, ni mi boca la que se abre en su boca.
Era una niña en esa época pero creo que trabajó para Fellini o Antonioni. ¡Ah cuándo se lo cuente a Alberto! la detestamos, nos parece muy sobreactuada y siempre que proyectan alguno de sus filmes en televisión cambiamos de canal. No así su madre que la última Navidad nos pidió de regalo una colección completa de sus películas. Te he estado esperando todo el día… sí… lo entiendo pero necesito verte. A popa el sur de Tenerife se recorta volcánico con destellos naranja y amarrillos en la frescura del atardecer. Es el mejor flanco para contemplar el crepúsculo vaciándose sobre El Teide en la lejanía. Si, amor, sé que no puede ser en cubierta pero… La vieja actriz discute con su amante y me impide disfrutar en silencio de este momento único. Sabes que me he embarcado en este crucero por las Islas porque quiero estar cerca de ti. Los pasajeros deambulan y algunos reparan en su tono alto y exigente, otros, los entrados en años, parecen reconocerla, se detienen a su lado o continúan sin dejar de mirar en su dirección. Pero Nora aúlla como perro abandonado o cambia a un registro untuoso, melifluo de actriz de vodevil. Mejor me retiro de esta burda interpretación de mujer ansiosa por estar con un amor que la rehúye o la teme. Dime dónde y estaré ahí. Tira su dignidad por la borda y suplica ir con él. ¿Por qué no vienes a mi camarote? Es una buena idea. ¿Me prometes que cenaremos juntos? Creo que ya va siendo hora que baje, en cualquier momento puede verme aquí y pensar que estoy husmeando en su conversación. Yo también querido. El barco hunde la proa y vuelve a erguirse como si surgiera del fondo del mar. Nora Valentín permanece en silencio y se recuesta en la hamaca. Gran Canaria bisela el horizonte salpicada de nidos de luces, en unas horas atracaremos en el Puerto de Las Palmas. Tengo frío, justo ahora que ya me iba aparece Alberto. Aún no me ha visto, siempre tan despistado. ¡Alberto, amor! … No es mi voz quien lo reclama, ni mis brazos los que lo rodean, ni mi boca la que se abre en su boca.
HOLA FELICIDAD
ResponderEliminarESTOY CON POCO TIEMPO, DESPUES PASO A LEER TU MARAVILLOSO RELATO.
ME GUSTARIA QUE RECOJAS EL PREMIO BLOG DE ORO PORQUE TE LO MERECES MUCHISIMO. ERES MUY TALENTOSA.
LO ESTOY ENTREGANDO DE MANERA PERSONAL.
BESITOS
No es solo el océano el que queda herido por la quilla del barco, sino el corazón que se quiebra ante lo que los ojos ven, ante el nombre que se ama deletreado en los labios de otra mujer.
ResponderEliminarFantástica la escena que has conseguido escribir y, lo que es más difícil , proyectarla en nuestra retina, imágenes que se balancean al ritmo del vaivén de las olas y los sentimientos.
Estupenda, Felicidad.
Un abrazo.
Aqui estoy, subida en este barco de sorpresas...y cuàntas! observando el paisaje, escuchando la charla telefònica, que deja al descubierto un secreto inesperado.
ResponderEliminarComo siempre excelente relato Felicidad, te dejo un abrazo grande.
Luján, gracias, una vez más, por tu extraordinaria generosidad de compartir los premios que merecidamente te ortorgan.
ResponderEliminarAgradezco tu gesto de amistad y cariño.
Un gran abrazo, amiga
Marisa, los paseos por por un navío dan para mucho. Los que vivimos en islas tenemos, a veces, la obligación y/o el palcer de navegar en barco con cierta frecuencia y, siempre, constituye un lugar de encuentro o desencuentro, de historias que se "balancean" entre la cubierta y la borda.
ResponderEliminarGracias por subirte al crucero de este relato.
Un fuerte abrazo
Adriana, espero que en el vaivén del barco sobre las olas encrestadas no te hayas mareado demasiado. Gracias por navegar durante unos instantes en este navío del Café literario.
ResponderEliminarGracias por tu comentario.
Un gran abrazo
Y, las relaciones suelen mecerse en navíos extraños sobre mares que no mojan nuestra orilla. Un gusto leerte, Felicidad.
ResponderEliminarAbrazos.
Menuda sorpresa se encuentra la narradora.
ResponderEliminarMuy bueno Felicidad; siempre lleno de poesía y bellas imágenes.
Nunca debemos tirar nuestra dignidad por la borda.
ResponderEliminarBuen relato.
Saludos
Ummm que amores.. cuando no son correspondidos..
ResponderEliminary sin embargo a esa edad, cuantos enamorados veo y cuantos necesitados de tanto amor como a los 18
Un beso me gustó...
Felicidad,tu relato nos lleva a esa "causalidad"que la vida nos sirve en bandeja y nos deja pensativos y heridos.
ResponderEliminarMi felicitación por ese realismo candente y bien llevado,que nos hace participar del viaje.
Os dejo por un tiempo,te deseo lo mejor estos días de verano,que seas feliz amiga y hasta pronto.
Mi abrazo inmenso y mi ánimo siempre.
M.Jesús
No, no, noooo, no puede ser! justo él, que decia detestarla??? Justo Alberto, MI Alberto?!
ResponderEliminarYo lo tiro por la borda, en este instante!
Asombroso cuento, Felicidad. Pensar que estos casos pueden y son reales.
Tambien me gusta la descripcion del entorno, del imponente Teide, de las luces que ya se ven a lo lejos y la original ilustracion que decoran todas tus entradas.
Un gran abrazo.
Mariela, tienes razón hay naves que singlan el mar sin conocer puerto y, muchas veces, parecen viejos cascarones abandonados a las mareas en busca de un arrecife donde encallar.
ResponderEliminarUn gran abrazo, amiga
Valandan, a veces el don de la oportunidad o la mala jugada de la casualidad conspiran en contra, así el personaje que narra la historia se tropieza con verdades no buscadas y, mucho menos, deseadas.
ResponderEliminarGracias, amigo, por pasarte por el blog.
Un fuerte abrazo
Antorelo, estoy muy de acuerdo contigo, pero bien es verdad que en nombre del "amor", desde un concepto érroneo del mismo, se perpetran y consienten muchas indignidades.
ResponderEliminarAgradezco tu paso por este Café Literario.
Un gran abrazo
Altair, el amor es uno de los sentimientos más universales y quizá, junto con los celos, del que más se ha escrito y para el que hay multitud de definiciones y percepciones. Y cuando llega, de la manera que sea, no atiende a edad ni condición.
ResponderEliminarGracias por tu comentario.
Un abrazo.
María Jesús, aunque tengamos que renunciar durante unas semanas de tu excelente poesía te deseo un feliz verano, de desconexión, relax y recarga de energía para después del tiempo de estío.
ResponderEliminarGracias por cada uno de tus amables comentarios y que seas muy feliz y que te leamos muy pronto.
Un gran y enorme abrazo, amiga
Carolina, amiga me he reído mucho con tu inicio de comentario, la versión de tirar al perosnaje por la borda no está nada mal. Si no te importa estoy dispuesta a echarte una mano.
ResponderEliminarCarol, las ilustraciones las localizo una vez he terminado el relato, siempre las busco lo más "ad hoc" posible con el tema o que se le aproxime.
Un fuerte abrazo Carol y espero que hayas tenido un feliz Día de la Independencia.
Saludos Felicidad, no me ha dado tiempo de leer tu bello blog, con más tiempo me pasare.
ResponderEliminarJajaj!! Me alegro mucho Felicidad querida! =D
ResponderEliminarSí, fue un dia de la independencia francamente espectacular.
Besos!
¿Te imaginas que chasco?, así pasa a veces en la vida.Felicidad, me encantó el relato y me pareció precioso la descripción que haces del barco en el mar, se nota que vives rodeada de él, lo conoces bien y conoces sus movimientos.
ResponderEliminarQue bien lo describes, amiga,eres experta en situarlo a uno en los escenarios, realmente el lector hace un paseo por él y lo disfruta mucho.
Un fuerte abrazo, querida.
IMPONENTE RELATO COMO TODOS LOS TUYOS, ESOS BARCOS TIENEN HISTORIAS OCULTAS, AMORES FURTIVOS, ENCUENTROS A DESTIEMPO, DESILUSIONES...
ResponderEliminarMAGNIFICO MARCO DE UNA HISTORIA QUE PUEDE SER LA DE MUCHOS EN EPOCAS DONDE SE VIVÍA DE OTRA MANERA.
BESITOS
ME ALEGRO QUE TE HAYA GUSTADO EL PREMIO, YO SENTÍ QUE ERA ALGO ESPECIAL.
CARIÑOS
Felicidad, que obra extraordinaria.
ResponderEliminarTienes frases de antología:
"El mar se abrió como una mujer bajo su amante".
"Palabras secuestradas por el viento que caen a mi alrededor".
Y más...
Te dejo mi admiración y aplauso.
mariarosa
Francisco, bienvenido al Café Lieterario. Agradezco tu paso por el blog.
ResponderEliminarUn abrazo
Carolina, me alegra mucho que hayas tenido un buen Día de Independencia y que lo hayas pasado muy bien. Recuerdo que el año pasado celebraron el Bicententario y llegué a tiempo para asistir a algún evento y exposiciones.
ResponderEliminarUn gran abrazo, amiga
María, para los que vivimos en islas el mar es una extensión más de nuestra esencia de isleños, marca nuestra idiosoncracia y sin él, nos falta oxígeno, luz y literatura. Mi amigo y escritor Víctor Álamo de la Rosa escribió una novela que se titula "El año de la seca" (cuando vivía en Brasil) y está centrada en la isla canaria de El Hierro y la evocación impreganda de nostalgia es única, propia de alguien que es tierra y mucho mar.
ResponderEliminarMaría muchas gracias amiga por tu amabilidad.
Un gran abrazo
Luján, los barcos, como dices muy bien, son escenarios magníficos donde se desarrollan historias de despedidas, de ausencias, distancias, desgarramientos, placer, encuentros. Es un medio de transporte, junto con el tren, en que más se puede disfrutar de la meditación, la charla, la reflexión...e, incluso, escuchar lo que nunca debió suceder.
ResponderEliminarAgradezco tu generosidad y deferencia conmigo.
Un fuerte abrazo
Mariarosa, agradezco muchísimo tu paso semanal por este Café literario y que siempre me dejes tus amables y generosos comentarios.
ResponderEliminarGracias, amiga.
Un fuerte abrazo
Tus relatos son todos estupendos, tu narrativa fantástica, con metáforas fabulosas, leerte realmente , es un verdadero placer...
ResponderEliminarBesitos en el alma
Scarlet2807
Y regresé con la marea para dejarte un abrazo, Felicidad.
ResponderEliminarExcelente relato, como todos los tuyos, pero con sus cualidades individuales bien marcadas. Un océano que se mece bajo nuestros pies, una imagen de mujer no compatible y un descubrimiento personal que crea el más atroz de los desenlaces. Un placer leerte, Felicidad. Te dejo mi cariño, respeto y un fuerte abrazo.
ResponderEliminarScarlet, agradezco que te hayas embarcado en este relato y que hayas navegado por su historia. Es una alegría encontrarme contigo en la cubierta de este Café literario.
ResponderEliminarUn gran abrazo, amiga
Mariela, feliz por esa marea que parte de Mendoza, cruza el océano Atlántico y arriba a las costas de este Café literario. Un enorme abrazo para mi amiga poetisa.
ResponderEliminarMillz, el mar, a veces la mar también, parece estar en calma pero la llegada imprevista de densas cadenas de nubes levanta tempestades que pueden hundir naves.
ResponderEliminarGracias amiga por arribar por estas costas desde tierras australes.
Un fuerte abrazo
Menuda puñalada ha dado el último rayo de sol al morir en el Atlántico, de las que atraviesan el corazón.
ResponderEliminarMe encantan tus historias
Mil besos
FELICIDAD
ResponderEliminarESE CUENTO LO ESCRIBÍ HACIENDO UN EJERCICIO EN EL TALLER DE LITERATURA HACE MUCHOS AÑOS.
ME PUSIERON LA SIGUIENTE ORACION:
"ELLA ESTÁ SOLA EN EL MUNDO. TODOS LOS SERES HAN MUERTO..."
DE ALLÍ TUVE QUE ARMAR ESE TEXTO, QUE DESPUES PUBLIQUÉ EN UN LIBRO.
INTELIGENTE TU REFLEXION COMO SIEMPRE, AMIGA.
BESOS
40añera, ya conoces como son estos viajes marítimos y cómo el sol y el océano Atlántico se alían para propiciar historias de pleamar y bajamar.
ResponderEliminarGracias por pasarte siempre por el Café literario
Un abrazo, amiga
Luján, la verdad que tu relato de ambientación gótica está muy bien logrado. Es un placer adentrarse en tu literatura de la que disfruto y no dejo de aprender.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo
Felicidad, no te imaginas cómo extrañaba leer esto, pero después de tanto lo he vuelto a hacer. Me encantó la manera en que logras confundir el paisaje con las sensaciones o sentimientos del personaje.
ResponderEliminarTambién te quiero dar mi más sentido pésame por la muerte de Facundo, el argentino de todo el mundo. A mi me encanta. Espero a ti también te agrade. Nos estamos leyendo Felicidad, y gracias por el mensaje de la última vez, fue muy lindo, honor que me haces.
Felicidad
ResponderEliminarSigo enfermita, solo me levanté un ratito, porque mañana me voy donde mi madre, quiero agradecer vuestro cariño
Y a ti especialmente , por qué? ' no te preguntes porque, pero eres muy especial para mi
Creo que los mimos de mi madre serán la mejor medicina...
Besitos en el alma
Scarlet2807
Y gracias!!!!
Doloroso cuando siendo espectadores de un hecho de este tipo pasamos a ser protagonistas sin desearlo.
ResponderEliminarMe gustó mucho, un abrazo.
Lyla, bienvenida de nuevo al Café Literario. Me alegro que ya estés de vuelta de las tareas universitarias y puedas retomar el contaco más prolongado con la familia, seguir en tu blog y hacer todas esas cosas que las prioridades nos alejan. Y, sí, coincido contigo, el asesinato de Facundo Cabral es una tragedia para todos los que lo admirábamos pero su voz, sus canciones, su poesía nos acompañarán siempre.
ResponderEliminarLyla, gracias por tener en cuenta este modesto blog, desde el corazón mi mayor agradecimiento.
Un gran abrazo, amiga
Scarlet, espero y deseo que tu recuperación sea lo antes posible por tu salud y por mi egoismo como lectora que ya que echamos mucho de menos tus poemas. Scarlet seguro que la lado de tu madre todo irá mejor. Compartimos sentimientos.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo, amiga
Alondra, la vida, en ocasiones, no repara en casualidades y la curiosidad también puede encerrar sosrpresas.
ResponderEliminarAgradezco tu entrada en el Café Lietario, un honor.
Un fuerte abrazo
"la mujer se expande bajo su amante" ... suena muy bien.
ResponderEliminarNos trasladas con tus letras al ambiente de tu relato.
ResponderEliminarBesos.
David, bienvenido al Café Literario, sí esa primera frase abre y creo que indica la intencionalidad de los que se va a contar.
ResponderEliminarGracias por tu amable comentario
Un abrazo
Carla, gracias por pasar y quedarte un ratito en este Café Literario. Es muy amable por tu parte leer en este blog y dejar tu comentario.
ResponderEliminarUn gran abrazo
Un placer darme mi frecuente paseo por " Café Literario" para saborear un poco de tus interesantes historias.Que tengas una linda semana.
ResponderEliminarLa inmensidad y profundidad del mar da pie a que salgan afloren sentimientos que muchas veces y por múltiples razones se mantienen ocultos. Situaciones dolorosas que en algún momento de nuestras vidas deben salir a la luz. Muy bien logrado Felicidad. Imaginé la escena ante mis ojos como si la viera en una pantalla.
ResponderEliminarTe dejo un abrazo
¡¡Intrigante!! Y qué bellas descripciones de las islas querida Felicidad
ResponderEliminarUn fuerte abrazo
Hola amiga querida, nuevamente en tu bello blog, que esta magnifico, agradezco tu afectuoso comentario a mi poema que este si es dedicado al Desamor, en el anterior era para el Amor...
ResponderEliminarQue disfrutes de una bella semana y realices tus anhelos.
Abrazos y besos
Raquel Luisa Teppich