Si sangrara no dudaría que me hubieran asestado dos puñaladas, una en la garganta y otra en el estómago. Respiro hondo para detener la zozobra que me agita. No dejo de dar vueltas como un reo por una habitación donde reina el desorden de sillas desubicadas y ese espejo iluminado por el que asoma mi rostro a intervalos regulares. Y me devuelve la barba albeada por el tiempo y las líneas roturadas sobre la piel por los hombres que he sido. Y en esta noche ha regresado aquel que creí enterrado. Pronto llegará el final. Compruebo en el reloj de cadena que ya debo salir de la estancia. Camino por un angosto pasillo que desemboca en la sala. Suena el timbre de la puerta, abro y es Nora que lleva un libro entre las manos. Su menudo cuerpo se abalanza sobre mí y me abraza. La aparto, no debías haber venido a estas horas. Entra y se coloca cerca del sillón, junto a la mesa. La luz tenue nos reduce a dos figuras. Sí, es arriesgado pero sé que tu mujer está de viaje y últimamente te noto frío y huidizo, ¿te molesta que haya querido verte? Claro que no, pero no se lo digo.
Al contrario, la recrimino, levanto la voz, Nora, la semana pasada apareciste en mi despacho de la universidad, hoy en mi casa, nos pueden descubrir. Me mira desconcertada y tengo que apartarme de sus ojos o mi decisión correrá peligro. Intenta acercarse de nuevo y me retiro. Creo que para ti nuestra relación es un juego y a mí ya me aburre esta clase de aventuras. Trato de herirla. Su expresión me interroga, me paso varias veces la mano por la barba para que no perciba que muero por ella. Nora, quizá no sea mala idea poner fin a este capricho. Escucho el estrépito del corazón cuando se derrumba ¡Capricho! ¿Soy un capricho para ti?, me grita airada. Se acerca, retrocedo, remanso el tono, tu padre, mi buen amigo Roberto, no se merece lo que estoy haciendo contigo. También es mía la decisión, me responde. Su ánimo se prepara para el descendimiento. Una pregunta casi inaudible sale de su voz ¿te has cansado de mí? Soy sincero, mi tren está adentrándose en la estación del otoño y muy pronto partirá hacia el invierno y en aquellos páramos de ventiscas y lluvias heladoras no estarás tú. No me importa el futuro. Soy más contundente, ya no estoy seguro de lo que siento. No sé si lo que me une a ti es la necesidad de saciar mis ansias tardías o si solo vivo en ti la nostalgia del hombre que fui. Nora me da la espalda, me aproximo, el aroma a espliego de su piel me hace tambalear, abro los brazos para rodearla y atraerla, pero los dejo caer. Estoy tan cerca que podría girarla, buscar sus labios y precipitarme en su boca como si acabara de atravesar un desierto y ella fuera un manantial. Insisto en que todo ha terminado. Se resiste. Argumenta lo que de verdad hubo en nuestros encuentros, las caricias, las frases, los cuerpos diluyéndose calcinados por el deseo. Soy una columna dórica, me repito. Lo superarás muy pronto, para mi has sido como un agradable paseo en una tarde solitaria, pura ficción. Da unos pasos, se vuelve y con el libro aún cerrado me dice con voz clara pero entrecortada yo sí sé lo que siento, te quiero. Abandona la sala y cuando cierra la puerta mi mano se aferra al pecho porque en mi interior cabalgan todos los guerreros de Xian. El dolor de su marcha detiene mi corazón y me desplomo. Los aplausos golpean en la oscuridad. El telón cae y se eleva mientras me levanto. Miro a mi mujer que me saluda desde la platea mientras hace un gesto de aprobación, el padre de Nora también aplaude al viejo profesor que muere por amor pero no ve al actor que se adentra en el otoño y que ama a Ángela, su hija actriz.
Al contrario, la recrimino, levanto la voz, Nora, la semana pasada apareciste en mi despacho de la universidad, hoy en mi casa, nos pueden descubrir. Me mira desconcertada y tengo que apartarme de sus ojos o mi decisión correrá peligro. Intenta acercarse de nuevo y me retiro. Creo que para ti nuestra relación es un juego y a mí ya me aburre esta clase de aventuras. Trato de herirla. Su expresión me interroga, me paso varias veces la mano por la barba para que no perciba que muero por ella. Nora, quizá no sea mala idea poner fin a este capricho. Escucho el estrépito del corazón cuando se derrumba ¡Capricho! ¿Soy un capricho para ti?, me grita airada. Se acerca, retrocedo, remanso el tono, tu padre, mi buen amigo Roberto, no se merece lo que estoy haciendo contigo. También es mía la decisión, me responde. Su ánimo se prepara para el descendimiento. Una pregunta casi inaudible sale de su voz ¿te has cansado de mí? Soy sincero, mi tren está adentrándose en la estación del otoño y muy pronto partirá hacia el invierno y en aquellos páramos de ventiscas y lluvias heladoras no estarás tú. No me importa el futuro. Soy más contundente, ya no estoy seguro de lo que siento. No sé si lo que me une a ti es la necesidad de saciar mis ansias tardías o si solo vivo en ti la nostalgia del hombre que fui. Nora me da la espalda, me aproximo, el aroma a espliego de su piel me hace tambalear, abro los brazos para rodearla y atraerla, pero los dejo caer. Estoy tan cerca que podría girarla, buscar sus labios y precipitarme en su boca como si acabara de atravesar un desierto y ella fuera un manantial. Insisto en que todo ha terminado. Se resiste. Argumenta lo que de verdad hubo en nuestros encuentros, las caricias, las frases, los cuerpos diluyéndose calcinados por el deseo. Soy una columna dórica, me repito. Lo superarás muy pronto, para mi has sido como un agradable paseo en una tarde solitaria, pura ficción. Da unos pasos, se vuelve y con el libro aún cerrado me dice con voz clara pero entrecortada yo sí sé lo que siento, te quiero. Abandona la sala y cuando cierra la puerta mi mano se aferra al pecho porque en mi interior cabalgan todos los guerreros de Xian. El dolor de su marcha detiene mi corazón y me desplomo. Los aplausos golpean en la oscuridad. El telón cae y se eleva mientras me levanto. Miro a mi mujer que me saluda desde la platea mientras hace un gesto de aprobación, el padre de Nora también aplaude al viejo profesor que muere por amor pero no ve al actor que se adentra en el otoño y que ama a Ángela, su hija actriz.
Con el juego del estilo directo e indirecto has creado toda una escena perteneciente a esta gran obra de teatro que es el mundo (como decían Shakespeare o Calderón de la Barca). A través de sus actores, los hombres, has reflejado de una manera prodigiosa la lucha interior que tiene el ser humano entre lo que debe ser y lo que desea ser, entre sus sueños y sus realidades.
ResponderEliminarEsta escena es habitual observarla desde el palco de la vida pero no es tan frecuente leerla con el realismo, literatura y maestría que tú le has infundido.
Me levanto de mi butaca con mis aplausos y ovaciones.
Excelente, Felicidad.
Un beso.
Maravilloso y sencillo, a a la vez. Tu texto, Felicidad. Es muy placeroso de leer y sentir. Las palabras van y vienen como el viento. Me ha gustado demasiadamente. Um saludo desde Brasil.
ResponderEliminarQue puedo decir, llego a agradecer tu visita y me encuentro con este escrito genial, con un final que me ha encantado, si que no puedo decir mas que doble agradecimiento, por tu visita y por tus letras.
ResponderEliminarSaludos desde Chile
Felicidad,una buenísima interpretación del personaje,consciente de que interpreta su propia vida dentro del teatro...(imagino su tristeza y su felicidad por gritar al mundo lo que siente.)Y una buenísima exposición de una escena,que nos llega directa a través de tu palabra profunda,elocuente,que fluye con destreza y seguridad,impresionándonos gratamente.
ResponderEliminarMi felicitación y mi abrazo inmenso,amiga.
M.Jesús
Felicidad, extraordinario el personaje del hombre que interpreta su propia hitoria, que se debate entre la realidad y la ficción, en el gran teatro de la vida.
ResponderEliminarAmiga, un gusto leerte y pasar por aqui. Cariños.
Personaje y verdad, terrible y dura lucha entre lo debido y lo que se debe dejar pasar. Me temo que el gran teatro está en la realidad que vivimos y lloramos a diario, no enmarcada en un telón, así como lo expresa éste brillante personaje.
ResponderEliminarSoberbio relato Felicidad.
Besitos.
Muy duro tiene que ser interpretar en el teatro cada día lo que él siente. Triste realidad el no poder vivir la historia y gritar lo que su corazón siente…
ResponderEliminarMe ha encantado tu relato felicidad.
Un enorme abrazo
Marisa, una de las pretensiones de este relato ha sido, sin dudada, por un lado, plantear el debate entre el sentido del deber y los principios que lo rigen desde el punto de vista del personaje y por otro la libertad de sus sentimientos. Y esa abierta contradicción introspectiva está siendo, en buena parte, escenificada ante un público.
ResponderEliminarAgradezco tus amables palabras.
Abrazos
Maxwell, bienvenido al Café Literario.
ResponderEliminarMe alegra que te haya gustado. Gracias por venir a este blog desde Brasil.
Abraços
Gaspar, bienvenido al Café Literario. Un largo recorrido desde Chile hasta aquí.
ResponderEliminarGracias por la deferencia de leer este blg y por dejar tu amable comentario.
Abrazos
María Jesús, si, en el personaje habita una doble contradicción: su amor y la contención-represión de sus sentimientos, doblemente interpretado como actor y como hombre. Donde ficción y realidad se mezclan en esa dualidad que como tu muy bien apuntas genera tristeza y dicha.
ResponderEliminarGracias, amiga por pasar por el Café Literario. Agradezco enormemente tus palabras.
Abrazos
María, en ese teatro de la vida, el reparto de papeles, a veces, no es el deseado,o al menos el buscado y la interpretación se asume como un mal menor. Pero esto comporta que la línea que separa ficción y realidad, sea la frontera de dos aguas territoriales, es difícil saber en qué lado se está.
ResponderEliminarGracias, amiga
Abrazos
Taty, sí, la vida, la vida está plagada de escenarios y es frecuente encontrarse con personajes que cambian de máscara según sea la representación de turno. Pero en el otro, el que incluye telón y butacas, es donde la realidad se interpreta a si misma.
ResponderEliminarAmiga chilena, gracias por recalar por aquí.
Abrazos
Sneyder, no poder escenificar bajo la luz del sol, por las calles y los parques, los verdaderos sentimientos y pretender una contención sobre los mismos, es un drama para el teatro pero una tragedia para la vida.
ResponderEliminarAbrazos
Un amor que se siente en las Tablas y fuera de ellas. El personaje principal realiza una excelente catársis de su verdadero sentir. Un gusto leerte, Felicidad. Un abrazo.
ResponderEliminarHola Feli!
ResponderEliminarMaravilloso. Cae el telon como se desploma el alma de ese hombre. Un autentico dilema, entre el deber, la edad, el amor y la pasion... Si bien el teatro nos permite pensarnos, aqui damos un pasito mas alla y entramos en el sentir profundo de un hombre, sin mascaras.
¿Ya te dije que me gustan muchisimo tus cuentos y que sos una genia generosa?? Creo que sí. ;D
Felicitaciones por los premios tan bonitos.
Desde el Teide hasta La Laguna llega mi abrazo!
Un relato fantàstico Felicidad.
ResponderEliminarAmores tardìos...no correspondidos....clandestinos como dicen algunas compañeras, el gran teatro de la vida nos muestra como en tus personajes la diversidad de situaciones, mundos sentimentales que tu pluma ha provisto de fecundidad.
Me ha encantado, siempre te lo digo pero no me canso, tus relatos son geniales.
un fuerte abrazo y buena semana.
HOLA FELICIDAD
ResponderEliminarBRILLANTE TU RELATO PORQUE SIEMPRE NOS DEJAS UN CLARO MENSAJE.
FICCION Y REALIDAD, LO QUE QUEREMOS Y REPRIMIMOS, LO QUE SE DEBE Y LO QUE NO... ESA CONTRADICCIÓN QUE SE DA EN LA VIDA MISMA ES CONSTANTE Y LA PADECEMOS A DIARIO CON UNA DIVERSIDAD DE TEMAS Y SITUACIONES.
SIEMPRE DIGO QUE ERES UNA MAESTRA, TUS RELATOS PARECEN FRAGMENTOS DE NOVELAS.
UN BESO ENORME QUERIDA AMIGA.
ERES UN ORGULLO PARA QUIENES TE LEEMOS PORQUE APRENDEMOS MUCHO.
CARIÑOS MILES
Mariela, sí, el personaje libra una batalla interior, entre sus verdaderos sentimiento y el papel que interpreta, de ahí que realidad y ficción, a veces, parezca la misma cosa o lo sea verdaderamente.
ResponderEliminarAmiga, gracias por la generosidad de publicar mi relato en tu facebook.
Abrazos
Carolina, señalas un aspecto que para mi es muy importante en este relato y es ese sentido del deber frente al sentimiento del amor y lo que intenta el actor-hombre resolver, es la amistad y lealtad al amigo. También hay otras aristas como bien apuntas, edad, lucha contra lo que siente... y en un entorno tan real como la vida misma: el teatro.
ResponderEliminarEse abrazo que baja desde El Teide y se adentra por las calles de La Laguna lo recibo con la alegría de donde viene, Buenos Aires, y de quien lo envía, mi amiga Carolina.
Un gran abrazo
Adriana, tienes razón, la vida está llena de escenarios que se ubican, como teatros ambulantes, en infinidad de momentos y lugares; las intrigas, los sentimientos, las aventuras o desventuras de personajes tratan de confundir realidad con ficción o ficción con realidad, lo que parece no es y lo que es solo parece. Es el gran teatro donde todos, alguna vez, interpretamos, actuamos o somos.
ResponderEliminarAmiga, gracias por la amabilidad de tus comentarios.
Un enorme abrazo.
Luján, dices bien, el ser humano se mueve permanentemente en un debate continuo sobre el sentido de la vida, cómo actuar, qué hacer ante las dudas, las adversidades, los deseos, pero, de vez en cuando, aparece el sentido del deber que frena e inmoviliza como el miedo, la responsabilidad y la escena está servida. nNda de lo que ocurra sobre las tablas es ficción, solo es realidad hecha literatura.
ResponderEliminarLuján, amiga, eres muy generosa y amable conmigo.
Abrazos muy cálidos.
Describes con una maestría asombrosa, una realidad tan dura y tantas veces repetida.
ResponderEliminarRelaciones escondidas, prohibidas , que se adueñan de una forma poderosa, de nuestro corazón.
la eterna lucha , entre lo "debido" y lo "querido".
Eres tan buena narrando, que sentí en mi piel , la lucha interna y el dolor de tu personaje...
Besitos en el alma
Scarlet2807
Scarlet, el amor en su origen pide luz y focos, cuando circula por el subsuelo como el magma, supone cohabitar con una realidad que presiona y tambalea los principios. Y eso puede llevar a vivir una realidad ficticia o a fingir la realidad. Siempre resulta triste que el sentido del deber y los sentimientos se mezclen.
ResponderEliminarScarlet, un enorme abrazo. Cuídate
Felicidad:
ResponderEliminarGracias por tu cariñoso comentario en mi blog...
Besitos en el alma
Scarlet2807
Que bonito seu post amiga, uma historia bem contada refletida e sentida, Senti cada detalhes da cena, me encantou.Um exelente resto de semana cheio de coisas boas. Bjs grande!
ResponderEliminarqué buen final. APLAUDO de pie
ResponderEliminarhttp://enfugayremolino.blogspot.com/
Scarlet, un gusto leerte.
ResponderEliminarAbrazos
Laura, gracias por entrar al Café Lietario y dejar tu amable comentario.
ResponderEliminarUn gran abrazo
Samareis, agradezco mucho tu comentario y deseo que tú también tengas una buena semana.
ResponderEliminarAbrazos
ES CIERTO QUE NADA ES FICCION, SOLO REALIDAD HECHA LITERATURA. TODO ES SUBJETIVO: LOS VERSOS, LOS CUENTOS, LAS NOVELAS... SE PONE MUCHO DE UNO MISMO EN CADA ENTREGA, EN CADA PALABRA...
ResponderEliminarUN BESO ENORME
Y GRACIAS POR ESTAR SIEMPRE CONMIGO.
CARIÑOS
en el sur es primavera
ResponderEliminarAmiga querida muy reflexivo trabajo, subyuga y atrae al lector.Tu calidad de expresión y ternura que embellece cada escrito.Gracias por dejar tu huella en mi blog junto a tus cálidos comentarios.
ResponderEliminarFeliz Día de la Madre que celebramos en Argentina.
Abrazos y besos
Raquel Luisa Teppich
La vida como teatro...o el teatro de la vida donde los papeles pueden invertirse,fundirse en la realidad y superar la ficción.
ResponderEliminarActúa tan bien porque lo siente más allá de la ficción de la obra...
Muy bueno.
Besos.
Felicidad
ResponderEliminarGracias por estar siempre, eres un cielo...
Besitos en el alma
Scarlet2807
¿Se escuda la persona en el personaje para diluir los sentimientos de culpabilidad, o al contrario el hecho de revivir esa escena una y otra vez le hace vivirlo todo con mayor intensidad?.
ResponderEliminarY ella, ¿que siente como hija, y como la otra, o por su juventud solo se deja llevar por su pasión?, sospechan algo en la platea?
Una historía agradable de leer y que hace pensar, me encantó.
Querida amiga, passei te desejar uma ótima semana cheia de coisas especiais. Beijos
ResponderEliminarHOLA QUERIDA FELICIDAD
ResponderEliminarGRACIAS POR PASAR EN EL DIA DE LA MADRE.
YO NO SOY MAMÁ PERO RECUERDO MUCHO A LA MIA QUE SE FUE HACE 8 AÑOS. LA EXTRAÑO MUCHO. AYER ESTUVE MAS MELANCÓLICA QUE NUNCA, ES QUE TENGO UNA FAMILIA CHIQUITA Y SE SIENTE EL VACIO.
UN BESO ENORME.
PD NO SÉ SI SABES PERO CAROLINA NOS HA ENTREGADO UN PREMIO PRECIOSO.
CARIÑOS
Que lindo y que triste, los hombres son asi, dicen una cosa y hacen otra, sera el genero? genial tu entrada, un abrazo,
ResponderEliminarMuy bonitas tus letras, poco puedo decir de mas,
ResponderEliminartu entrada llena de ternura.
un abrazo.
Me gusta la forma en que narras la historia.
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