Recordé aquel día en el que un Mini Morris, de techo negro y laterales granate, se
arrastraba sinuoso como un sarantontón por la carretera de lombriz que subía
hasta Bórcor. Una llovizna de principios de otoño se filtraba entre las acacias y los laureles de la plaza mayor. Bajo los árboles o la techumbre del
quiosco contemplamos la llegada de la nueva maestra que conducía su auto.
Una mujer de mediana edad que vestía un traje de oro refulgente, sandalias mostaza de tacón y rostro
intensamente maquillado. Venía acompañada por su marido, Héctor Galván, el flamante
juez de paz. César Millán, concejal, la saludó a ella antes que al juez. Les presentó a
algunas autoridades y le indicó su nueva casa.
Hasta aquel día mi vida giraba en torno al universo de mi familia. Cuando la abuela viajaba a la ciudad siempre me traía cuentos con la forma recortada del protagonista. Así, antes de abrirlo pasaba el dedo índice por las orejas arqueadas de un ratón, las triangulares de los cerditos o las volutas laterales de los osos. Si me aburría acudía a la casa de mi bisabuela. Una mujer con el coraje de los huracanes. De joven comerciaba con los ingleses. Pertrechada de frutas partía del sur de la isla, remontaba los barrancos, subía a las montañas y descendía al otro valle. Sus peripecias, las noches a la luz de la luna o de un farol, con la ventisca en contra, la lluvia, y el frío siguiendo sus pasos o la visita helada de la nieve, las relataba a su corrillo de amigas que, tazas de café en mano, las aderezaban con historias de desconocidos despeñados por las laderas, acuchillados en cuevas, mujeres que aparecían y desaparecían entre la niebla o los llantos de niños que nunca se encontraron. Imagen, en blanco y negro, de viudas, vírgenes que no fueron amadas y esposas varadas en el mismo lugar que sus maridos las abandonaron por Cuba o Venezuela, y que practicaban el trueque de historias para ahuyentar el tedio de la vida.
Hasta aquel día mi vida giraba en torno al universo de mi familia. Cuando la abuela viajaba a la ciudad siempre me traía cuentos con la forma recortada del protagonista. Así, antes de abrirlo pasaba el dedo índice por las orejas arqueadas de un ratón, las triangulares de los cerditos o las volutas laterales de los osos. Si me aburría acudía a la casa de mi bisabuela. Una mujer con el coraje de los huracanes. De joven comerciaba con los ingleses. Pertrechada de frutas partía del sur de la isla, remontaba los barrancos, subía a las montañas y descendía al otro valle. Sus peripecias, las noches a la luz de la luna o de un farol, con la ventisca en contra, la lluvia, y el frío siguiendo sus pasos o la visita helada de la nieve, las relataba a su corrillo de amigas que, tazas de café en mano, las aderezaban con historias de desconocidos despeñados por las laderas, acuchillados en cuevas, mujeres que aparecían y desaparecían entre la niebla o los llantos de niños que nunca se encontraron. Imagen, en blanco y negro, de viudas, vírgenes que no fueron amadas y esposas varadas en el mismo lugar que sus maridos las abandonaron por Cuba o Venezuela, y que practicaban el trueque de historias para ahuyentar el tedio de la vida.
La
maestra nos abrió las puertas de ciudad marítima, Las Palmas de Gran Canaria, cosmopolita, con un gabinete literario,
teatros, cines, ópera. Nos trajo algo desconocido, palabras que rimadas
contaban historias. Y nos presentó a Rubén Darío, a Juan Ramón Jiménez, a Gabriela Mistral, a Góngora o al Lazarillo de
Tormes.
Le tiré
del pantalón pero me apartó de un manotazo. La maestra se zafó de sus garras,
cruzó un pupitre y comenzamos a gritar y golpear las mesas hasta que llegaron
otros maestros que lo sacaron a la fuerza.
Las órbitas de las estrellas fugaces de la vida, siempre se quedan grabadas para siempre en la retina y en la memoria de un niño. Quizás sea porque no se puede elegir el momento de hacerlas aparecer o desaparecer, o quizás porque son tan fugaces que no se dispone del tiempo necesario ni para amarlas ni para odiarlas.
ResponderEliminarLa estrella fugaz que pasó por el aula de Amelia siendo niña aún la acompaña en su presente. Estrella fugaz y padre recorriendo el mismo trayecto por sus venas y su memoria.
Muy bello, Felicidad.
Un fuerte abrazo.
Marisa, hay recuerdos que van y vienen como las olas. Se acercan a la orilla y se retiran ruidosos para volvera batir sobre la arena. El personaje de este relato solo le basta mirar a las estrellas para que un mundo de aprendizaje y experiencia cruce fugaz su cielo particular. Por el que se alinean constelaciones refulgentes y agujeros negros.
EliminarGracias por visitar el Café Literario y por tu comentario que ilumina y enriquece el relato.
Un gran abrazo
Lo olvidaba. Te deseo mucha suerte en el Concurso de
ResponderEliminarhttp://robdangaltv.blogspot.com.es/
Mi voto ya es tuyo y permíteme que anime a tus lectores a que participen y opten por tu gran calidad literaria y tu impecable saber estar por estos mundos blogueros.
Gracias Marisa
EliminarYa es un gran premio que me lean.
Me alegra que Rob Dangal TV haya pensado en este blog y compartir selección junto con otros, de los que algunos también sigo, que son muy buenos.
Un gran y cálido abrazo
Que recuerdo. Será inborrable cada vez que las constelaciones tomen forma ante sus ojos. Muy buen cuento.
ResponderEliminarEsa niña recordará por siempre a un padre que dejo de ser tal, para convertirse en un nombre. Una criatura no puede entender las acciones de los adultos, son temas inolvidables y dolorosos.
Como siempre tu estilo y tus temas son para el aplauso.
mariarosa
Mararosa, la niñez tiene ese elemento de página en blanco donde se van escribiendo tantas historias que con el paso del tiempo se convierten en el archivo personal de cada individuo.
EliminarEn este relato las estrellas, que proprocionan luz y también sirven de guía, orientan los recuerdos. Se mezclan los que marcaran para bien su vida y aquellos más oscuros que de vez en cuando asaltan al personaje.
Amigra, gracias por la amabilidad de tus palabras, siempre generosas.
Un cálido abrazo
Hermoso relato; fascinantes las historias que cuentas en tan pocas palabras.
ResponderEliminarLa de una niña, Amelia, marcada para bien o para mal por la actitud de un hombre que no supo entender cuando una relación se termina. Triste es que tu padre pase a ser tan solo un nombre.
Una historia de infidelidad y otras tantas contadas por las abuelas, de abandonos y de ausencias de amor.
Eres estupenda, Felicidad, una suerte poder venir al Café y leerte.
Un abrazo de felicitación por tu calidad.
Towanda, es un largo, aunque en formato breve, recorrido por la vida del personaje que de un mundo rural y algo cerrado descubre, a través de la maestra, un universo nuevo tanto el lo personal como en lo familiar. Prevalece ese sentido de superación y cómo determinadas experiencias marcan, en algunos individuos, su futuro, en este caso profesional. Como bien apuntas, en medio se entrecruzan temas como la infidelidad, el paraíso perdido de la niñez, etc.
EliminarGracias, amiga, por visitar este Café y dejar siempre tu comentario que ilumina el relato.
Un gran abtazo
Felicidad,impresionante como siempre,amiga.
ResponderEliminarEl destino está escrito en el cielo,dicen,y en este caso unes en tu relato las constelaciones con el momento crucial,en que una niña descubre el amor secreto de su padre...Nada es casual,también tú lo percibes y lo escribes.Hay circunstancias determinantes,que marcan un antes y un después en nuestra vida.Amelia comenzó a madurar y a darse cuenta, que tenía que perdonar a su padre,porque era un hombre con sus limitaciones...También pudo meterse en la piel de su maestra,ya que ella con el tiempo lo fué...
Las estrellas,que pintaba en el cuaderno le anunciaron en ese momento,el destino como maestra y el drama interior,que le acompañaría toda su vida.
Seguro,que Amelia supo inteligentemente ordenar tantas emociones,que le permitirían,ser una gran persona,sin duda.
Mi felicitación por tu perspectiva,tu intuición y tu maestría,que te permite vislumbrar una circunstancia y hacerla eterna en el tiempo.
Mi abrazo inmenso y mi ánimo siempre,FELICIDAD.
FELIZ PUENTE Y HASTA PRONTO,AMIGA.
M.Jesús
PD:Pasaré al correo para votar tu blog en cuanto pueda.FELICIDADES POR SER ELEGIDO,NO ME EXTRAÑA NADA,TIENES GRAN CALIDAD.
María Jesús, sí, partir del trazado del sistema solar hasta que el personaje nos descubre las constelaciones que han dado un nuevo sentido a su vida.
EliminarLa niñez es ese intenso territorio de aprendizaje y, sobre todo, de descubrimiento, de aventurarse en la vida y sus caminos, unos más complejos que otros.
El personaje nos describe su universo y como éste fue ampliándose.
Más allá de su experiencia traumática y de esos recuerdos que la asaltan, su evolución la llevan a superar ese mundo que nos narra de aquellas mujeres que sostenían la vida sin cambiarla.
Amiga, felicitaciones por tu publicación en el blog Algo más que palabras.
Agradezco mucho tus palabras y tu apoyo al Buenos Aires 1929 Café Literario.
Un gran abrazo
Viajar por las distintas galaxias de la inocencia, soñar y despertar de pronto, como en un abrupto y nuevo viaje, como en un sueño sin final que se presenta ante la dura realidad y ya está en marcha, es el bagaje del arcon de los recuerdos que se entreverara y deliberadamente irrumpira con los años mezclado en los mas dulces reuerdos. Son cosas que hacen en su polvorienta voragine algunos mayores devorando el claro horizonte infantil.
ResponderEliminarTus historias siempre me dejan pensando, Feli.
Deseo estes pasando un agradable feriado, un abrazo orbital. =)
Carolina, tu hermoso comentario ilumina y enriquece este relato.
EliminarTienes razón , el personaje en la infancia baja abruptamente de las estrellas para afrontar una realidad que desconocía y que va a determinar, de alguna manera, su vida y su futuro. Desde el presente se entremezclan los claros y las sombras, los recuerdos dulces que enlazan con su paraíso perdido y el impacto de la decepción del padre. Experiencias que entretejen la existencia de Amelia que en un momento retoma el dibujo que dejó pendiente y regresa a las constelaciones como enseñante.
Gracias Carol por viajar y permanecer en este Café Literario.
Un gran y cálido abrazo
Querida amiga:
ResponderEliminarNos ofreces un relato vibrante en el que uno de sus protagonistas, Amelia, nos sitúa a la altura de un drama humano, el de los celos de una persona, César Millán, quien no pudo entender que él ya no formaba parte del proyecto de vida de la madre de Amelia, aquélla maestra llegada desde Las Palmas de Gran Canaria. Este relato es un ejemplo claro de la cotidianidad, en cualquier lugar del mundo, en cualquier cultura y más allá del nivel de educación de cualquier ser humano. El ser humano, ante un choque violento como lo es una infidelidad, o el desamor, puede reaccionar de las maneras menos imaginables y, bien aceptar que eso pasó y que la vida continúa, o reaccionar dejando salir la bestia que todos llevamos dentro, como en el caso de César Millán. Un emocionante relato mantenido bellamente oscilando entre el tiempo presente y el pasado y que nos muestra al final, otro ser humano - Amelia - que, talvez, pudo superar los traumas que la violencia de su padre pudieron haberle dejado, superarlos hasta convertirse en una maestra al igual que su madre en el pasado.
Te dejo mis felicitaciones y mi admiración.
Gustavo, así es amigo, los temas que se desarrollan en este relato son transferibles a cualquier lugar puesto que la condición humana y sus comportamientos son extensibles.
EliminarEl personaje de Amelia nos relata su infancia desde una perspectiva de un mundo feliz que navega por el espacio y ese encuentro brusco con la realidad. De esa experiencia el tiempo presente nos indica que el aprendizaje ha continuado y que pese a ese combinación de recuerdos dulces y agrios que áun la asaltan, hay una estela de superación.
Agradezco la belleza de tu comentario y la aportación que significa a este relato.
Un gran y cálido abrazo
Me encantan estas historias que suceden en Bórcor, arropadas por los paisajes que huelen a mar, a calor, y a recuerdos de infancia.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo, amiga.
María, efectivamente, Bórcor es ese espacio geográfico y emocional que enmarca la escena, casi como un personaje más dentro del relato.Y en ese sentido la infancia convertida en un paraíso perdido por el personaje hasta que deja de serlo cuando la realidad la precipita desde la galaxia.
EliminarAmiga gracias por venir desde la bella y querida ciudad de Caracas.
Un gran abrazo
Se me olvidaba felicitarte y cuenta con mi voto.
ResponderEliminarOtro abrazo.
Gracias María. Eres muy amable.
EliminarBesos
Cuando algo se quiebra nada es como antes, y ésta niña no fue la excepción, la desilusión cubrió sus planetas con cenizas, no sin antes describirnos ese bello y colorido pasaje de abuelas y bisabuelas, antepasados, donde todos alguna vez nos nutrimos, con dichas y desdichas con miel y cuentos, con historias de niños que nunca se encontraron...esas historias del pasado que siempre están presentes y que has relatado de forma magnífica.
ResponderEliminarEs una verdadera fiesta leerte querida Felicidad!
Un fuerte abrazo y todo lo mejor para el Concurso!
Adriana, es cierto, hay un punto en la vida de la protagonista que su mundo feliz se quiebra, desciende de su universo y se enfrenta a la realidad. El presente nos muestra una profesora que enseña a sus alumnos las constelaciones y sus formas, es decir cómo aprendió de su entorno familiar y de la escuela.
EliminarY en esa lluvia de recuerdos se entremezclan los que determinaron de alguna manera su vida.
Creo que el ser humano tiene mucho de presente pero éste no es explicable ni entendible sin el bagaje del pasado.
Querida amiga gracias por tu presencia y tus mejores deseos en el Café Literario.
Un cálido abrazo
Que estupendo relato Felicidad, me encantas con esa formidable cadena de sucesos, que convergen por la cita del destino, un abrazo y te felicito por tu nominacion en el concurso http://robdangaltv.blogspot.com.es/, votare por ti, un abrazo feliz,
ResponderEliminarCarmen, sí es un relato breve pero que desemboca en el destino del personaje. De ese trazo de lápiz del que partió a una noche estrellada. En medio esa trama que nos lleva por los mundos de la infancia.
EliminarGracias poeta por tus palabras y por tu apoyo.
Un gran abrazo
¡wow! (ando corta de palabras porque todas se las está chupando Aristóteles)... (bueno, sí puedo decir algo más: acabo de ver la película de Hitchcock "Rebecca". Aplaudí... bueno, eso me pasó también con el cuento... O.o)
ResponderEliminarEsponjita, Aristóteles arrebata palabras y toda suerte de tiempo, amiga. Coincido contigo en que Rebecca es una película para aplaudir que marca cuando se ve por primera vez yq eue siempre apetece revisar.
EliminarMe alegra, mi amiga, que te haya fustado el relato.
Un abrazo muy grande y fraterno
Hacia la mitad del pasado mes quienes a veces miramos hacia el firmamento también en las noches y aún con el corazón prendado, pudimos ver un fenómeno que se repite luego de varios años, la alineación horizontal en la eclíptica de Saturno, Venus y la Luna en cuarto creciente!!!
ResponderEliminarSaturno el mismo símbolo patriarcal de la mitología griega representado cantidades de veces en todas las expresiones artísticas y que Goya pintara en una explosión de expresionismo temprano como un cíclope gigante devorando a sus hijos. Saturno rige a Acuario y a Capricornio, se asocia a Cronos para presidir el tiempo y el destino, es controlador, conservador, frío y obra en las estructuras, en el pasado, en los límites y las fronteras casi como un juez, papel de César y César Millán ja ja ja.
Amelia la ciudad más antigua de Umbría, más antigua que la misma Roma, fue amurallada con inmensas piedras transportadas por cíclopes gigantes.
El trazo de las pulseras por la pequeña como un empezar a navegar en una aventura donde las mujeres construyen a pesar de la incomprensión y abandono de los hombres y en la luz de sus intercambios de relatos le da a la historia el peso narrativo que une todos los elementos del devenir en el hilo del espíritu femenino que va atando todas las cuentas en la pulsera.
La órbita solar de Saturno dura 29 años es un regreso casi de cada 30 años como el recuerdo de Amelia ya adulta quien luego de haber hecho muchas pulseras en su destino se enfrenta de nuevo a Saturno...ya como una auténtica Odisea como femenino de Odiseo el mismo que cegó al cíclope para escapar.
Un abrazo!!!
Estimado Aristos, el profundo y acertado desbroce de este relato le da una perspectiva de análisis desde la cosmogonía ciertamente apasionante.
EliminarEl planeta Saturno está inserto en la historia en el preciso instante de la irrupción del padre de la protagonista en la escuela, y no es casual, pero el calado de tus aportaciones iluminan el relato y le otorgan una dimensión donde el mito subyace de una manera nítida. Aprendo con tu sabiduría del nombre de Amelia -y de tantas otras consideraciones-. Ella nace y vive en un mundo rural, cerrado, que consume historias leídas y, sobre todo, orales, de esas mujeres condanadas a permanecer anlcadas a su destino, sin poder atreverse a romper la"pulsera" que las rodea. Efectivamente Amelia aprende a trazar su propia pulsera, la escuela le da las herramientas, la vida el campo para experimenta y el cielo el espacio para buscar su libertad.
y ese símil que estableces con Odiseo me parece una magnífica reflexión para cerrar la historia porque hay mucho de camino, entre líneas, de viajar a esa Ítaca que es la propia superación al entorno y al destino.
Aristos, agradezco mucho tu comentario. Son aportaciones muy enriquecedoras.
EliminarUn gran y cálido abrazo
Estupendo relato "La órbita de un recuerdo". Eres una narradora nata, te salen los relatos como que da la sensación de que es fácil escribir...
ResponderEliminarMadre mia eres auténtica.
Yo te he votado el pasado dia 28...y animo a los lectores que lo hagan...
¡Eres de lo mejor!!!
Abrazos positivos siempre.
Amanecerdeluniverso, gracias por leerme y porque te guste lo que aquí se publica.
EliminarAmiga, si te aseguro que escribir es apasionante pero fácil no tanto. Pero lo que sí es fundamental es que la historia llegue al lector sin parezca que está escrita.
Gracias por tu voto, mi premio es que visites el Café Literario.
Un gran abrazo
Felicidades amigas por la denominación en el Concurso, tu te lo mereces y lo sabemos todos, los que leemos tus exquisitos relatos donde nos llevas a navegar por ese océano profundo de tus letras.
ResponderEliminarGracias por tus cariñosos mensajes en mi humilde blog que sólo pretende dar a la vida algo de luz y paz. Dista mucho de tener la calidad que tiene el tuyo donde tus palabras son la ornamentación básica del mismo.
Un besiño
Gelois, tu blog es un interesante espacio con entradas muy bien trabajadas y es un placer acudir a él.
EliminarGracias por tu felicitación por la nominación de Rob Dangal TV, ya es un premio que hayan seleccionado el Café Literario.
Agradezco tu palabras y tus visitas.
Un gran abrazo
Hola Felicidad, una belleza de texto, siempre es un placer pasear por tus letras. Cuidate.
ResponderEliminarSandra, gracias por acudir a este Café Literario y dejar tus amables palabras.
EliminarUn cálido abrazo
Mi estimada escritora:
ResponderEliminarCiertamente nuestro paso por la niñez es un período que nos acompañará por el resto de los días -no acontece así con otras etapas de nuestra existencia- ,la infancia es algo especial. Se pinta con pinceladas bruscas o cálidas y te aseguro cada evento vivido jamás se olvida. Lo importante del personaje, es que supo elevarse sobre el choque violento que remeció su estabilidad. Con los años todo es comprensible, o encontramos armas eficaces para lidiar con el dolor.
Muy interesante el símbolo de Saturno, elegiste un planeta con anillos que rotan a su alrededor. En esa sutil metáfora nos diste a entender que todos giramos con nuestros recuerdos, que pasamos por esta vida a modo de planetas con satélites eternamente dando vueltas en nuestro inconsciente. Gran verdad querida Felicidad.
Te felicito por la nominación amiga, ya voté por ti y espero que ganes porque te lo mereces.
Antes que me olvide, me emocionó leer sobre las araucarias y que mencionaras a la gran Gabriela.
Besitos para ti.
Taty, así es, la infancia por un lado puede ser un paraíso perdido al que nunca se deja de viajaran lo largo de la vida o ese arcón donde se guardan recuerdos y experiencias que han marcada la existencia como es el caso del personaje de este relato.
EliminarSí, amiga, Saturno no está situado en la trama por casualidad sino por su implicación metafórica en lo formal y en lo mitológico. Tu aguda mirada de poeta ha reparado en esta circunstancia.
Te felicito a ti también por tu nominación y de sobra te pereces el premio, poeta.
La maestra del relato, como la que yo tuve, era una ferviente admiradora de Gabriela Mistral.
UN cálido abrazo amiga
Felicidad es preciosa tu entrada... los recuerdos de nuestra infancia son como estrellas que forjan nuestra alma y la acarician cuando son de luz. Es un relato genial, con la apertura hacia otros mundos desconocidos, y vivencias que la nueva maestra trae en la mochila de la vida.
ResponderEliminarLos primeros recuerdos de mi vida, son las noches estrelladas, cuando con dos añitos dormía en la era con mis padres... pronto aprendí el nombre de muchas de ellas y de los planetas visibles, pero es que hoy, continuo sintiendo como una llamada especial, el elevar mis ojos al cielo tumbada sobre la hierba, y mirar ese cielo donde como diamantes de luz, brillan las estrellas.
Un abrazo grande, y mil gracias porque me has hecho sentir la magia que siento mirando al cielo en la noche cuajada de estrellas.
Ángeles, bienvenida al Café Literario
EliminarSí, es muy importante lo que comentas con respecto al comienzo del relato, abierto al universo, subyace una clara simbología que tu perfectamente refieres. Se vive en un universo que se irá ampliando con las experiencias y con las enseñanzas de la escuela, de la Educación tan trascendental en la vida de cada ser humano para alcanzar su dignidad y su libertad.
Es hermoso lo que me cuentas de tu experiencia observando la noche cuajada de estrellas guíada por tus padres. Da paz y serenidad contemplar el cielo parpadeando.
Gracias por visitar el Café Literario. Por tu precioso comentario. Pronto acidaré a tu blog.
Un gran abrazo
Mi querida Felicidad, has tocado tantos temas y ahora este tan importante, como es el de la infancia, una etapa que nos marca y que no deja indiferente a nadie. Tú lo traes con tu maestría que te caracteriza, está de más decirte cuánto me gusta como escribes...
ResponderEliminarBesitos en el alma
Scarlet2807
Scarlet, la niñez es una inmensa página en blanco donde se escriben las primeros renglones d e nuestras vidas por eso es tan importante, preservarla, protegerla.
EliminarGracias, Marga, por tus palabras siempre tan amables conmigo.
Cuídate mucho.
Besos
Fe de erratas: El planeta alineado con Venus y la Luna el pasado Marzo no era Saturno sin Júpiter. Lo demás del comentario si queda tal como está.
ResponderEliminarUn abrazo!!!
Aristos, queda anotada esta precisión.
EliminarUn gran abrazo
QUERIDA FELICIDAD
ResponderEliminarCUANDO PUEDAS PASA POR MI SITIO, ESPERO QUE TE GUSTE.
BESOS
Luján, no solo me ha gustado sino que me ha emocionado mucho.
EliminarNo creo merecer tantos elogios pero estoy muy feliz por tu dedicatoria que me parece, más allá de a quien esta dirigida, una gran poema.
Te lo comentaba últimamente, noto en tus últimas creaciones una mayor, si cabe, profundidad literaria.
A nivel humano constatar que no solo admiro a una gran poeta sino que, además, tengo a una gran amiga.
Te felicito por la nominación a los premios de Rob Dangal TV, te lo mereces.
Gracias amiga
Besos, Luján
EliminarVengo del blog de Luján a conocerte y me encuentro con un relato que atrapa, muy bien escrito y con profundidad.
ResponderEliminarEl poema con el que te hace homenaje nuestra amiga me parece que te define perfectamente.
Un placer conocerte.
Saludos
Verónica, bienvenida al Café Literario.
EliminarMe alegra que te haya gustado el relato, siempre intentamos que el lector participe, de alguna manera en la historia y se sienta inmersa dentro de ella.
El poema de Luján es una dedicatoria que pone de manifiesta su gran generosidad, sensibilidad y calidad poética y humana.
Gracias por visitar el Café Literario. No tardaré en visitar tu blog.
Un gran abrazo
Bajó de su sueño de estrellas y galaxias, para despertar a una realidad que le marcara la vida a Amelia, entre recuerdos dulces y amargos…
ResponderEliminarRecuerdos que siempre estarán presentes y determinaran en el futuro su vida.
Mi admiración y felicitaciones siempre.
Te deseo mucha suerte en el concurso.
Un cálido abrazo.
Sneyder, el personaje viaja en el espacio imaginario de la infancia, la realidad la expulsa de su galaxia y se tiene que enfrentar a una realidad que marcará un antes y un después. La niñez le aporta experiencia pero también aprendizaje y en medio esos recuerdos que permiten que su pasado tenga estrellas luminosas y otras que aún parpadean.
EliminarGracias amiga por tus palabras y por tu deseo.
Un cálido abrazo
Hola Felicidad. Vengo DESDE VALLEKAS a través del blog de Luján. Muy interesante el tuyo y enhorabuena por ser seleccionada para el concurso. Un beso.
ResponderEliminarKoncha, bienvenida al Café Literario.
EliminarAgradezco tu visita y tus palabras amables.
Un gran abrazo
Me gustan esos recuerdo infantiles que van y vienen lamiendo nuestra mente y sazonando instantes fugaces
ResponderEliminarUn besote más
40añera, sí, la infancia es una etapa intensa y, la más auténtica, probablemente, donde se generan una buena parte de los recuerdos que de una manera u otra van a condicionar la vida posterior. Este es un recorrido fugaz por ese cielo, no exento del algún agujero negro, de una infancia que cierra su círculo contemplando las constelaciones.
EliminarGracias amiga por visitar el Café Literario
Un cálido abrazo
Que maravilla encontrarte, vengo desde el blog de Luján a la cual admiro tanto ...me uno a tí en esos recuerdos que permanecen en nuestra memoria , al recordarlos volvemos a vivirlos. Un cordial saludo.
ResponderEliminarEsperanza, bienvenida al Café Literario
EliminarCoincidimos puesto que admiramos a esta gran poeta y gran persona que es Luján Fraix.
Los recuerdos son esos pedacitos de patrimonio del pasado que van y vienen y el personaje de este relato nos los hacer orbital en torno a su mundo.
Gracias por tu visitas.
Un gran abrazo
Me ha encantado encontrarte y leerte...ha sido apasionante y he aprendido algo más hoy...mis felicitaciones...un saludo
ResponderEliminarFibonacci, gracias por visitar el Café Literario.
EliminarMe alegra que te haya gustado, también yo estoy encantada con tu visita.
Un gran abazo
Evanir, hermosa reflexión que nos lleva a ver el lado luminoso de la vida. A mantener una actitud positiva ante las adversidades.
ResponderEliminarGracias por dejar en el Café Literario este optimista mensaje.
Un gran abrazo
felice giornata a Te...ciao
ResponderEliminarGiancarlo, bienvenido al Café Literario.
EliminarFeliz día también para ti.
Un gran abrazo
Hay hechos que nos traen tantos recuerdos, creo que últimamente tengo muchos recuerdos. Saludos.
ResponderEliminarDavid, creo que buena parte de nosotros está hecha de recuerdos y en eso, el cine nos ofrece magníficos ejemplos.
EliminarUn fuerte abrazo
Gracias Felicidad por tus palabras, me alegro de que te haya gustado el regalito, es una humilde dedicatoria que estoy dando a todos los amigos; quiero que con el tiempo si me llego a ir de Internet que tengan un recuerdo mío. No lo hago con otra finalidad, aparte de que me da alegría. Con respecto a mi manera de escribir tal vez con los años uno va cambiando el estilo, yo publico muchos poemas de años atrás y noto que hay diferencias con los actuales.
ResponderEliminarGracias por tu apoyo y cariño, te he votado para el premio. Ojalá lo ganes.
Besos
pd Te debo la lectura del cuento, es que estoy engripada y todavía no me siento tan bien.
Cariños.
Querida Luján, es un gran regalo que espero corresponder y merecer.
EliminarEspero que pese a los inconvenientes y las dificultades que a veces supone el trabajo en Blogger, no te lleve a dejar internet. Necesitamos tu poesía y tu presencia. Entiendo el cansancio y la necesidad de hacer altos, pero tu capacidad literaria necesita un camino de expresión y porque, además, somos muchos los que te seguimos. Deseo que no se produzca. Y menos ahora que estás en un momento intenso de creación.
Ojalá el premo sea para ti porque te lo mereces y blog es maravilloso. Así lo creo y así lo he refrendado.
Gracias amiga por todo.
Besos
Me olvidaba!!! Gracias por colocar el enlace con mi foto.
ResponderEliminarAmiga, un placer y un deber
EliminarUn cálido abrazo
Buenos días:
ResponderEliminarAcabo de llegar aquí a través de Luján, como otros que he leído por ahí arriba.
Llevo en esto muy poquito tiempo y no me imaginaba, ni de lejos, la experiencia que me esperaba vivir gracias a todos vosotros.
Es increible el sentimiento que me inunda al descubrir el poder de estos espacios.
Me sumo al tuyo con tu permiso y, por si os apetece, os invito a engrandecer con vuestra presencia mi minúsculo reducto.
http://pueblopoeta.blogspot.com
Un saludo.
Belén, bienvenida al Café Literario
EliminarEste mundo de Blogger permite conocer y leer espacios realmente interesantes pero sobre todo , su magia, nos permite enlazar y conocer personas de diferentes lugar y establecer una comunicación muy enriquecedora. Muy pronto de desplazaré a tu blog y estaré encantada de seguirlo.
Un gran abrazo
El relato me impresiona pues capta la profunda impresión que los "eventos" dejan en la mente y en el alma de la infancia. Las huellas más vivas de cada cual están allí. El "descubrimiento" del Padre, la caída del pedestal... comenzamos a despedirnos de la niñez. Maestras que dejan su legado por siempre, abuelas y bisabuelas que regalan sus enseñanzas.
ResponderEliminarManejas la técnica del tiempo narrativo lo que te permite entrar y salir, ir y volver de sus órbitas tal y como la mente y el alma de la infancia.
Gracias por tus motivadoras palabras para con mi Ensayo, me alegra que veas el sendero que intenta seguir. Mis abrazos para ti!
Eva, ciertos recuerdos suelen se una constante en el ser humano pero particularmente los que se fraguan en acontecimientos vividos en la niñez. El relato pretende combinar esos instantes intensos que permanecen indelebles como ese se tiempo refugio de los abuelos y aquellos no siendo tan dulces también dejan huella, en esa ruta del aprendizaje.
EliminarLeer tu Ensayo es disfrutar de una excelente prosa pero también supone aprender y enriquecerse. Gracias por compartir ese magnífico trabajo.
Un gran y cálido abrazo
Es una delicia leerte. Un beso.
ResponderEliminarMayte, gracias por venir al Café Literario
EliminarUn gran y cercano abrazo
Me atrapan estas historias querida Felicidad, siempre es grato leerte.
ResponderEliminarTe envié un email para comunicarte que te he votado en el concurso.
Un beso.
María, gracias por venir a leerme y por tu voto.
EliminarTe deseo toda la suerte del mundo en los premios de Rob Dangal TV. Tu blog y tu poesía se lo merecen.
Un gran abrazo, amiga
Hola Felicidad: he venido a desearte un feliz domingo y ha darte las gracias por tu paso por mis viejos cuentos.
ResponderEliminarSiempre es bueno recibir palabras de aliento, te dejo un abrazo.
mariarosa
Mariarosa, es un placer acudir a tu blog y leer todos aquellos relatos que no conocía.
EliminarGracias a ti por compartirlos. Un placer leerte.
Un gran abrazo y feliz domingo
Olá Felicidade,
ResponderEliminarMaravilhosa sua História. As memória são muito preciosas. Tenho guardado muitas memorias na minha vida.
Beijos grande!
Smareis, gracias por tu visita al Café Literario.
EliminarAgradezco mucho tus amables comentarios
Un gran abrazo
Felicidad es un placer leerte.Tus relatos cargados de imágenes: Barrancos,las ventiscas, los faroles, las orejas de los ratones, tienen la capacidad de emocionar de un modo que sólo los que verdaderamente conocen el oficio pueden conseguir.Un abrazo.
ResponderEliminarPepi, bienvenida al Café Literario.
EliminarTrato que el lector se sienta partícipe, de una u otra manera del relato, claro que unas veces se consigue y otras no tanto.
Gracias por tus amables palabras.
Un gran abrazo
Llego con retraso pero la gripe me ha tenido "aparcada" esta semana.
ResponderEliminarTu relato me ha llevado a la infancia, a esos recuerdos que tanta huella dejan y que se hacen presencia, alguna vez, y te remueven por dentro.
Mi maestra, la que sembró mi vocación docente, sus poetas, tu magnífica alusión a las "palabras que rimadas contaban historias"... o las mujeres en eterna espera por los maridos emigrados.
Un lujo haberte encontrado y disfrutar tus letras cada domingo.
Mi aplauso, escritora. Ya tienes mi voto.
Cariños varios, amiga lagunera.
Juglar, tienes razón son varios escenarios los que se mueven en la infancia y todos, de alguna manera, condicionan al personaje en lo personal y en lo vocacional. Sin duda, es un buen recuerdo esa parte de la enseñanza que hacía hincapié en la poesía como primer acercameinto del níño a la literatura. Creo que es un excelente recurso didáctico que se debería poner más en práctica. Una vez se aprende a leer poesía la afición lectora está garantizada toda la vida.
EliminarGracias por tus generosas palabras
Un gran y cercano abrazo