Transcurrió la mañana. Por la tarde me entretuve en el jardín. Contemplé la lluvia que caía mansa y se hacía gotas entre lirios y crisantemos. Sólo cuando en el cielo se mezclaron jirones de nubes negros y grises, me mandó llamar. Me senté a su lado. Me quité el sombrero. Sus ojos acuosos y sanguinolentos se clavaron en los míos.
—Soy Damiano Nicolás.
—Lo sé.
—Desde hace un año un espíritu me sigue y quiero saber quién es
—¿Lo ha visto?—me preguntó.
—No. Tengo que averiguar dónde vivía y contactar con alguien que lo conociera.
—¿Te ha hecho saber si tiene qué cumplir una vieja promesa?
—No, deseo aclarar una grave confusión. Todo empezó en el aeropuerto, el día que iba a embarcar para reunirme con mi familia y me retiraron el pasaporte. Mis cuentas corrientes y tarjetas fueron bloqueadas. Mi nombre y mis datos desaparecieron de los registros. Inicié, entonces, un largo peregrinar por ventanillas, oficinas públicas, registros civiles... Hasta mi escribanía fue clausurada. Hay otro, posiblemente uno de tus clientes, que se ha apropiado de mi identidad. Usted debe saber a quién me refiero. Quizá su mujer haya venido a pedir su intersección para comunicarse con él.
Lucila sopló las cinco velas que tenía a su lado. La habitación quedó en penumbra. Sus labios amoratados y su rostro apergaminado relucían en la oscuridad. Miró hacia el techo como si de allí descendieran sus conocimientos. Suspiró hondo, me apartó el sombrero y sus manos frías estrecharon las mías.
—Aquí, regresan todos y el 112 de la Avenida de los Pinos —la anciana ya acusaba el paso del tiempo—, es ahora tu residencia.
—Lucila, usted se equivoca, esta es la suya.
— Sí, y también, es tu casa desde hace un año.
Terrorifico, murio pero no lo sabia, atrapado entre dos mundos! La poderosa medium y él hicieron una especie de matrimonio entre las tinieblas de su propia razon, era una delgada linea, tan delgada que ya no se distinguia el final de nuestro mundo y el comienzo del otro, del mas alla, de la dimension desconocida pero aun Damiano podia disfrutar de una mansa lluvia cayendo serenamente entre lirios y crisantemos... ¿su propio sepulcro?
ResponderEliminarPunto final para tu magnifica narrativa que siempre me mantiene vilo hasta su inesperado desenlace.
Un abrazo laguneramente otoñal.
Carolina, si nos dieran la oportunidad de aceptar la muerte, después de la muerte, no sería un trance fácil de asimilar. Experimentar con esas sensaciones en bastante literario y nos permite adentrarnos en una realidad que como bien comentas es límitrofe y fronteriza.
EliminarGracias por tus palabras
Desde esta Laguna, por fin otoñal, un gran abrazo
Damiano Nicolás...otro espíritu errrante?
ResponderEliminarMisterio, 5 velas rojas ayyyyy, sólo Lucila conoce el secreto jajaja.
Un relato creativo, intrigante y estupendo, como siempre un placer pasar por tu Café.
Beso grande querida Felicidad.
Adriana, así es, el personaje cree que le han robado su identidad y vaga por doquier buscándose. Encontrarse con él mismo no debió ser lo que esperaba. Y sí, la luz, las velas que se apagan tienen un significado.
EliminarGracias, amiga, por tu generoso comentario y por tu lectura.
Un beso grande también para ti
Muy bueno. Tus historias me atrapan, es un deleite leerte.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
Betty, gracias por venir al Café Literario.
EliminarEspero y deseo que tu obligada ausencia sea breve y muy pronto tengamos tus poemas de nuevo.
Un abrazo grande, amiga
Felicidad,gracias por tus excelentes y entrañables comentarios,amiga...Ahora venía a agradecértelo y descubro tu nueva entrada...Veo en tu relato una profunda crítica al ser humano...El hombre vive y no se entera hasta que está muerto y quiere y reclama el tiempo perdio,sin entender nada...El hombre no es consciente, que estamos de paso y todo lo material,que nos ata a la vida desaparece en un momento y sólo somos y tenemos la riqueza del espíritu...si hemos sabido labrarla y hacerla grande...Lucila esa mujer puente entre la muerte y la vida,que trata de dar cariño a un espíritu perdido,tiene gran relevancia...Ella mira en perspectiva la vida y la muerte,que también vive en las venas de sus manos,en ella habita el misterio del conocimiento...Dos personajes muy distintos y a la vez unidos y cercanos,la ignorancia y la sabiduría.
ResponderEliminarMi felicitación por tu profundidad y maestría,que nos lleva de la mano con suma belleza y nos muestra la lección y el mensaje de la vida.
Mi abrazo inmenso por tu cercanía y buen hacer,compañera y amiga.
M.Jesús
María Jesús, la urgencia de vivir ha enajando a buena parte de los seres humanos de su capacidad y su mirada poética sobre la vida. Detenerse, reflexionar, contemplar y ser felices con un amanecer, una pintura, una tarde de lluvia, un libro o una flor que crece en el camino...Hay tanto.Pero se contampla tan poco. Y en esa fugacidad imparable que es el tiempo los años se escapan y al final viene esa reflexión de qué rápido ha pasado todo. No podemos detener el tiempo pero sí, en cierta medida, qué hacer en ese discurrir.
EliminarGracias amiga, por enriquecer este espacio con tu siempre sensible y profunda mirada poética y de calidad humana.Y por tus palabras amables.
Un gran y fuerte abarazo
Dicen que en un buen cuento, cada palabra esta cargada de significados, señalándonos algo, anunciando acontecimientos por llegar, como diminutas cajas de sorpresa se van abriendo a nuestro paso para identificar personajes y situaciones, para llegar a nuestro entendimiento y después alojarse en la memoria, donde permanece lo que emociona y nos hace reflexionar. Así son tus cuentos y relatos, querida amiga, por eso convocan a su lectura y hacen que sea un gusto detenerse en ellos.
ResponderEliminarRecibe un gran abrazo.
María, es precisa y preciosa tu definición de cuento, de relato y, mi estimada amiga, valoro tus palabras, son un estímulo para seguir trabajando y aprendiendo.
EliminarNos apasiona la literatura y me alegra que la compartamos.
Un abrazo grande hasta Caracas
¡Wawww... que buen cuento!
ResponderEliminarFelicidad es un historia misteriosa y de esas que nos dejan pensando. ¿Será así el paso de la vida a la muerte, tan tenue que no nos demos cuenta?
La escena, el ambiente, la vieja y el visitante, todo está logrado para darle al relato ese tiempo de misterio.
Un aplauso excelente cuento.
Buen fin de semana.
mariarosa
Mariarosa, me alegra que te haya gustado el cuento.
EliminarEs un honor viniendo de una escritora y maestra del relato a quien admiro tanto.
Agradezco mucho tu comentario y tus apreciaciones.
Feliz fin de semana también para ti
Un gran y cálido abrazo
Quien pierde su relación bancaria y burocrática está muerto según la dinámica social ja ja ja y para reconocerse buenos son los medium con el más allá. Por algo la ameneza de perder la gracia de los créditos atemoriza tanto a las personas, empresas y a países enteros.
ResponderEliminarCifrar y esencializar la existencia fuera del fluir natural de la vida siempre conlleva a visualizar y a interpretar la muerte como un acto perdido. Se dice que cada cual construye su propio punto final, pero se ha llegado que hasta en eso el ser humano a perdido su libertad.
Relato que pone sobre el tapete puntos esenciales y profundamente críticos.
Mi abrazo Escritora!!!
Aristos, lamentablemente quien no tiene su referente burocrático y económico o financiero, no existe. Ocurre en China que con la limitación de nacimientos, muchos han optado por no registrar a sus hijos civilmente. Millones de chinos viven en un limbo carentes de derechos tan elementales como la educación. No basta con existir es preciso constatarlo con documentos, con sellos, con expedientes...
EliminarEl personaje deambula buscándose y en ese periplo se aborda la muerte después de la muerte, y todas las claves y significados que se derivan.
Estimado Aristos gracias por tu mirada y por tu reflexión siempre enriquecedoras.
Un gran abrazo hasta la hermosa Costa Rica
De nuevo, una historia estupenda con su carga de crítica...
ResponderEliminar-Señorita, café bien calentito con leche ¡por favor!
Un hombre que anda buscándose en casa de una vidente sin haberse percatado de su muerte. Muchos símbolos y una gran angustia la que debió sentir al conocer la verdad. Quizá vivió tan deprisa o disfrutando tan poco que no supo que había muerto. Yo me quedo con una lección, vivamos y disfrutemos más de la vida que total, para cuatro días que son, hay que aprovecharlos.
Esta vez te has salido de genial. Me ha gustado mucho el clima de misterio y la sorpresa final, ese giro que tengo que aplaudir, plas plas plas.
Besos, majísima tú!
Towanda, espero que te encuentres a gusto en este otoño que ahora se inicia y que ha alfombrado la acera que conduce al Café de hojas ocres y rojizas.
EliminarSn duda la vida es apasionante y el carpe diem deberíamos tenerlo más presente de lo habitual.
Me alegra que te haya gustado. El segundo café que pidas es por cuenta del Café Literario.
Un abrazo muy grande
La anciana todo un personaje....por algo traficante de espíritus.
ResponderEliminarSaludos
David
David, gracias por visitar el Café Literario y por tu comentario.
EliminarUn fuerte abrazo
Hola Felicidad, escribes de maravilla, tus textos siempre son geniales amiga, te felicito. Un placer pasar por tu Cafe Literario. Cuidate mucho.
ResponderEliminarSandra,gracias por tus amables y generosas impresiones.
EliminarAgradezco tu atenta lectura.
Un gran abrazo
Qué triste estar muerto y no ser consciente de ello. Realmente murió cuando perdió todos sus documentos terrenales. Si no tienes nada que justifique que estás vivo, dejas de estarlo y, por contra, si has muerto pero no se ha comunicado burocráticamente, a todos los efectos sigues vivito y coleando.
ResponderEliminarFeliz sábado. Un beso.
Belén, así es, la burocracia nos sigue a lo largo de nuestra vida y aún después de la muerte. Dando fe de vida y de muerte. Un testigo que certifica identidades y de paso, existencias.
EliminarGracias por visitar el Café Literario y por dejar tu comentario.
Un cálido y gran abrazo
Querida Felicidad, un personaje que no sabe quien es, ni dónde va, ni qué
ResponderEliminarbusca.
Todos en algún momento de la vida nos hemos sentido así,es por eso que tus cuentos siempre llegan y enganchan porque tienen la capacidad de hacer que te involucres.
Precioso texto, como siempre. Un beso fuerte
Pepy, sí, el personaje es un errante que busca su identidad supuestamente robada. Hay algo de metáfora en esta circunstancia y otras del relato.
EliminarGracias, amiga, por involucrarte en mis relatos. Es una alegría contar con tus comentarios.
Un abrazo grande
El toque de efecto que siempre confieres al final de tus relatos es magnífico, Felicidad. Esta vez, es imposible que un escalofrío no surja espontáneamente al llegar al punto y final.
ResponderEliminarSiempre lo he dicho y siempre lo he creído: el mundo de los muertos y de los vivos no está tan lejos. Cercanía diáfana, lo llamaría.
Un placer leerte, querida escritora.
Un fuerte abrazo.
Marisa, hay una frontera que a mi me apasiona tratar literariamente y es ese territorio nebuloso entre la vida y la muerte. Es un mundo laberíntico donde es tentador incursionar. Y esa cercanía diáfana de la que hablas es más que una suposición o un estado de ánimo. Pero siempre resulta un extraño espacio lleno de interrogantes.
EliminarUn alegría tu presencia en este Café Literario.
Un abrazo grande
Buenas tardes Felicidad,por fin puedo llegar a tu espacio.
ResponderEliminarLeí el relato, me sorprendió su final.Volví a leerlo, pues tenía dificultad para entenderlo, pero reparé en lo que mencionas de los papeles, no había constancia de que existiese su vida en ninguna parte. Ahí lo comprendí, estaba muerto.
Has hecho toda una recreación en tu relato para llevarnos a la reflexión de cómo vivimos la vida, apresurados sin dejarnos espacios vitales en nuestro interior y ese personaje de Lucila, enlaza perfectamente las dos caras de la vida, el ser y no ser.
Gracias por hacerme pensar.
Con ternura
Sor.Cecilia
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Estimada Sor Cecilia, así es, la vida transcurre con la urgencia del día a día. Apenas sin tiempo para reflexionar, contemplar, compartir...El personaje del relato continúa viviendo en una vida que ya dejó atrás. Solo los documentos le informan de su inexistencia.
EliminarMe alegra tu presencia en el Café Literario y la hondura y espiritualidad de tus comentarios, siempre enriquecedores.
Un gran abrazo
Querida Felicidad:
ResponderEliminarCuando se vive con familiares que están experimentando gradualmente - y sin vuelta atrás-, ese tramo que va desde la vida a la muerte, comprendemos que todo lo que hemos vivido es una pausa necesaria, un apronte de lo que sabemos vendrá. Observar, nos ayuda a comprender el significado de la vida... Perdona por comenzar el comentario, con un pensamiento que me surgió al dejar que la mente divagara con el personaje del relato...¡Pobre ser! que no sabe donde se encuentra. Traspasó la línea y no sabe que está del otro lado, y busca el significado a su inquietud. Elegiste el número cinco quizás, porque es la pentada, el símbolo de la luz, y es justamente luz que requiere el personaje.
Besitos querida escritora.
Tay, tu comentario me parece una honda, triste y certera observación de ese proceso que conduce al desenlace irreversible del ser humano. Más triste aún cuando nos es cercano. La vida en ese instante cobra una dimensión más intensa. Acertadamente vinculas esa búsqueda del personaje errante con la luz, de ahí el nombre del otro personaje y el cinco, como apuntas, tiene simbología.
EliminarMi querida amiga un gran y muy cálido abrazo
Tu relato, me ha producido angustia, confusión,soledad y pena.
ResponderEliminarComo siempre, consigues que el lector se sienta involucrado.
Un abrazo.
Jorge, gracias poeta por involucrarte en la historia y por tu lectura en este Café Literario.
EliminarUn fuerte abrazo
He leído despacio tu relato, para adentrarme en él, y percibir que la vida pasa tan deprisa que no somos conscientes de ella. Reflexivo relato Felicidad, donde la vida y la muerte tan solo las separa una delgada línea. Los personajes crean una atmósfera cargada de significados. Se vive tan apresuradamente, que él no había percibido que su vida en la tierra había terminado.
ResponderEliminarComo en todos tus relatos el final nunca deja de sorprender, nos mantiene expectantes porque sabemos que será genial e inesperado.
Un cálido abrazo
Sneyder, así es, el relato se mueve en esa línea fronteriza entre la vida y la muerte. Un territorio mínimo,sensible e intenso. El personaje camina como un funambulista. La brevedad de la vida y su levadad, amiga.
EliminarGracias por tu lectura atenta y por tu interesante comentario.
Un gran abrazo
Saudades, Felicidad.
ResponderEliminarLendo sua narrativa eu me convenço ainda mais de que o Homem é exatamente a própria fronteira.
Muchas gracias. Ótima semana.
Gilson.
Gilson, me parece muy interesante tu reflexión acerca de que el ser humano es su propia frontera.
EliminarGracias, amigo, por tu lectura y por tu presencia en el Café Literario
Un abrazo grande
Distinto, movilizador de sentimientos no deseados en mí. La frágil línea que nos separa de todo o nada, presente en tu magnífico relato amiga. Que estés bien. Un abrazo con todo mi afecto.
ResponderEliminarQuerida Zuni, hay territorios límites del ser humano que inquietan. Gracias amiga por tu presencia en este espacio y por tu cercanía.
EliminarUn cálido y gran abrazo
QUE POCO VALORAMOS LO QUE TENEMOS QUE PODEMOS PASAR EL LIMITE SIN ADVERTIRLO... UN EXCELENTE RELATO QUE NOS INTERNA EN UN MUNDO DE ENIGMAS,DE PREGUNTAS SIN RESOLVER, DE LO EFIMERO DEL SER... LA FINITUD DE LA VIDA ES TAN CLARA EN MUCHOS ASPECTOS PERO NO NOS DAMOS CUENTA, VIVIMOS COMO SI FUÉRAMOS ETERNOS... TAL VEZ, NO QUEREMOS PENSAR...
ResponderEliminarUN BESITO QUERIDA AMIGA.
DISCULPA MIS AUSENCIAS, ES QUE MIS TENSIONES MUSCULARES NO AFLOJAN Y TENGO QUE CERRAR Y ABRIR LOS COMENTARIOS PARA PODER CUMPLIR CON TODOS.
UN GRAN ABRAZO AMIGA.
LO MEJOR PARA TI DESDE MI ARGENTINA.
Luján, tienes razón, el paso imperceptible pero imparable del tiempo a veces impide contemplar y disfrutar la intensidad del momento.
EliminarEspero que la llegada de la primavera contribuya a mejorar tu salud, amiga.Valoro enormemente tu esfuerzo y tu gran capacidad de trabajo.
Un honor contar con tu presencia en el Café Literario.
Un gran y cálido abrazo
Estupendo relato Felicidad, como siempre que me paso por tu Café Literario disfruto de momentos de intriga, convencimiento, dudas, sonrisas, amor...y esos finales magistrales a que nos estás acostumbrando.
ResponderEliminarGracias por tu presencia en mis humildes versos.
Abrazos.
Mara, siempre es un placer acudir a tu espacio a leer poesía que emociona y transmite sentimientos.
EliminarUna alegría contar con tu presencia en este Café Literario.
Un gran abrazo
Muchas gracias mi querida felicidad, por compartir con nosotras este evento tan importante, ya que sin Alma Mateos, no creo que me hubiese atrevido a ello.
ResponderEliminarGracias por estar a mi lado.
Con ternura
Sor.Cecilia
Sor Cecilia, mucha suerte y muchas felicidades en la presentación del libro el próximo domingo en Argentina.
EliminarUn abrazo grande
Una vez más mi admiración hacia tu prosa Felicidad. Con cuanta sencillez nos das tu mano para guiarnos por la fantasía de tus sueños.
ResponderEliminarUn gran abrazo querida amiga.
Diego, gracias por tu lectura y por tus palabras amables.
EliminarUn fuerte abrazo
Tu relato de hoy me ha hecho sentir distintas emociones por mi cuerpo, sobre todo el final, que me ha sorprendido, es asombroso cómo puedes atraparnos con tus letras todos nuestros sentidos, me ha encantado con ese aire de intriga que le has dado a tu relato.
ResponderEliminarMi admiración y un beso.
María, me alegra que te haya gustado el relato. Contar con tu mirada poética y literaria es un estímulo.
EliminarGracias por tu presencia en el Café Literario.
Un gran abrazo
Quizás no acepto su muerte por que su hora había llegado mucho tiempo atrás, algunos seres deambulan entre nosotros y lucen como nosotros, solo que son como muertos en vida, sin espiritu...sin sueños, que es la muerte si no la ausencia de sueños???
ResponderEliminarHermoso amiga!!!
Besitos!!!
Perla, esto de acuerdo contigo, la ausencia de sueños es una muerte en vida. No mantener la ilusiones como motor y acicate en esta lucha diara de la existencia.
EliminarGracias, amiga
Un abrazo muy cálido
Hola Felicidad, me encantan estos relatos de misterios. En mi familia hay esotericos, y han contado que aveces sucede que cuando mueres no te das o no quieres darte cuenta de ello y vagas por aqui buscandote.....Cuidate amiga.
ResponderEliminarSandra, la vida en sí es un verdadero misterio. Amiga hay quienes reducen la muerte a la nada, hay quienes la llevan al más allá.
EliminarGracias por venir al Café Literario.
Un gran abrazo hasta el hermoso México
una vez más, querida Felicidad, llegar a tu café es tan maravillooso.
ResponderEliminarrelatos increíbles, ese juego tan sutil y magistral que haces entre realidad y ficción es atrapante y siempre deslumbra!
gracias, amiga, por tu calidez y compañía.
un abrazo muy fuerte!
Patricia, me alegra verte por el Café Literario. Agradezco tu visita porqué sé que has estado muy ocupada en los últimos tiempos.
ResponderEliminarUn abrazo grande y cálido, amiga
Felicidad enhorabuena por el premio.Ya sé que no escribimos para recibir premios pero siempre es grato que se premie tu esfuerzo y tu trabajo.
ResponderEliminarUn beso fuerte guapa
Pepi, así es, el premio es escribir y que te lean y esto último ya entra dentro de la magia.
EliminarGracias por tus palabras.
Un abrazo grande
Me he quedado confusa y atrapada como ese espíritu
ResponderEliminarUn besote más
40añera, gracias por tu visita al Café Literario y por dejar tu comentario.
EliminarUn fuerte abrazo
Hola, tienes un blog muy interesante, me pasaré más despacio a leer tus relatos. Me ha gustado mucho lo poco que he leído. Te sigo. Un saludo.
ResponderEliminarDolphin, bienvenida al Café Literario. Gracias por tu visita a este espacio y por tus palabras.
EliminarUn fuerte abrazo
¡Qué trabajo difícil! Ese de ponerle palabras, ese de ponerle el hombro y los dos brazos y el regazo si fuere necesario, a un hombre que no se dio cuenta de que,alguna vez, permaneció con vida.
ResponderEliminarUn puente, un traductor, un intérprete sensible de vibraciones ajenas a nuestros sentidos materiales. Gente sin letras,casi sin estudio, perdidos en pueblitos, a veces primitivos.No recuerdo noticias de Mediums masculinos.
Ud puede contar alma adentro; no necesita pintar los decorados ni la mampostería; ud puede dejar las pinturas e ir a la esencia.